Las Leyes de la Salud (Verdad Fundacional Volumen 4) Parte 5 Autor: Peter Tan

 CAPITULO 5 

LOS BENEFICIOS DEL AYUNO 


Ayunar tiene muchos beneficios en el reino espiritual así como en el físico, tal como se ha abarcado en el último capítulo. Para animar a los creyentes a ayunar, haremos un estudio de los beneficios espirituales del ayuno en este capítulo. Ayunar no cambia a Dios pero seguro nos cambia a nosotros. Tiene un efecto en el espíritu, el alma y el cuerpo. 


Ayunar Disciplina El Cuerpo. 

El espíritu del hombre fue creado para dominar el alma y el cuerpo. Nuestro cuerpo tiene los elementos de la naturaleza del pecado en él. Pablo, al escribir a los Romanos, habla acerca del pecado que mora en él (Rom. 7:17). Nuestros espíritus nacieron de nuevo cuando aceptamos al Señor Jesús en nuestras vidas (Jn. 1:12, 13; 3:5,6). Somos nuevas criaturas y las cosas viejas pasaron (2 Cor. 5:17). 

Sin embargo, nuestras mentes aun necesitan renovación y nuestros cuerpos aún tienen los elementos de la naturaleza del pecado. Pablo nos dice claramente en Romanos que el pecado habita en la carne (Rom. 7:18). El habla acerca de una ley en sus miembros en lucha contra la ley de su mente (Rom. 7:18). Él la llama “la ley del pecado que está en sus miembros” (Rom. 7:18). La palabra “miembros” en romanos capítulo seis y siente se refiere al cuerpo físico (Rom. 6:13; 7:5). 

 Las pasiones y los deseos del cuerpo todavía están despiertos por la ley del pecado. Mientras estemos en la tierra, y hasta que recibamos nuestros nuevos cuerpos resucitados, debemos disciplinar nuestro cuerpo y traerlo a sujeción (1 Cor. 9:27). Debemos presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo al Señor (Rom. 12:1). Una de las claves más importantes para traer nuestro cuerpo a sujeción es por medio del ayuno y la oración.  

¿Han notado cuan espiritualmente embotados nos volvemos cuando nuestros estómagos están llenos y nuestros cuerpos perezosos?  La lujuria y las paciones de la carne parecen más fuertes cuando comemos, bebemos y somos felices. Sin embargo, es notorio que los apetitos sexuales disminuyen  cuando una persona está sin comida por largos periodos. Mucha comida produce una sociedad carnal  y sensual. 


El Ayuno Sexual 

Cuando una persona está casada, no significa que ya no restringe sus pasiones sexuales. El matrimonio n es una licencia para tener orgias sexuales con nuestra compañera o compañero de vida. Por favor comprenda que no estoy diciendo que el sexo está mal o que es pecaminoso. El sexo dentro del matrimonio es hermoso y el lecho matrimonial sin mancilla (Heb. 13:4). Ambos esposos deben satisfacerse sexualmente. Sin embargo, un matrimonio no es solo para el propósito de tener sexo. Es la unión de dos personas –espíritu, alma y cuerpo- para cumplir la voluntad de Dios en esta tierra. 

De tiempo en tiempo, a medida que los esposos tienen tiempos de oración y espera en el  Señor, debe haber autocontrol sobre los deseos sexuales (1 Cor. 7:5). Por supuesto, esto debe ser de manera consensuada por parte de ambos. Note que esto va acompañado del ayuno (1 Cor7:5). Despues del periodo de ayuno y oración, deben retomar las relaciones sexuales de manera normal. Uno de los frutos del Espíritu  es el dominio propio (Gal. 5:23). 


Ayuno Y  Oración 

En la biblia, el ayuno siempre ha estado acompañado de la oración. El ayuno sin la oración es meramente una dieta o simplemente inanición. Las fuerzas gemelas del ayuno y la oración han desatado grandes manifestaciones del poder de Dios. Ha traído liberación en tiempos de gran necesidad (2 Cron. 20:3; Est. 4:16). Debemos combinar siempre el ayuno con la oración.  

Si estamos ayunando mientras nos encontramos envueltos en algún trabajo o actividad, debemos tomar el tiempo que podamos, durante los recesos u horas de almuerzo, para orar y buscar al Señor. También sería útil escribir en un pedazo de papel los objetivos para el ayuno. Esto nos ayuda a enfocar nuestras oraciones para traer avances en áreas específicas.  

Aunque pueda que no veamos todos los objetivos contestados, podemos estar seguros de que se los hemos entregado al Señor. Algunos de los objetivos que he enlistado durante mis ayunos han sido respondidos dos años después del ayuno. Otros tomaron diez años o más. Pero Dios siempre me ha recordado, cada vez que trajo a manifestación mis oraciones, que era un objetivo por el cual había ayunado hace mucho tiempo. 


El Ayuno Y La Revelación 

  La cristiandad está construida sobre la revelación. A no ser que Dios revele, todos nuestros esfuerzos intelectuales para comprenderlo y conocerlo a  Él y sus caminos son en vano. Necesitamos humillarnos a nosotros mismos  ante Dios y pedirle que nos muestre y revele las áreas en las que nos falta entendimiento. La revelación no viene por la educación o el estudio. Vienen por la oración.  

Cuando Daniel no entendía las profecías de Jeremías, oró y ayunó por revelación. Dios envió al ángel Gabriel a darle a Daniel la comprensión de las profecías (Dan. 9:2,3,22,23). Más tarde Daniel  de nuevo se humillo ante el Señor con ayuno y oración para buscar la revelación de algunas de las visiones que había visto. Una vez más, Dios envió al ángel Gabriel para traer a Daniel la revelación que buscaba (Dan. 10:12). 

La profetiza Anna profetizó concerniente a Jesús cuando lo vio siendo un bebé. Ella había recibido mucha revelación debido a que había pasado mucho tiempo en ayuno y oración (Lc. 2:36-38). Creo que Simeón también era un hombre de ayuno y oración porque el recibió la revelación del espíritu santo (Lc. 3:25-27). Fue cuando los líderes de la iglesia en Antioquia estaban alabando y ayunando que ellos recibieron revelación concerniente a los ministerios de Pablo y Bernabé (Hec. 13:1-3). 

Pablo oró para que la Iglesia en Éfeso recibiera sabiduría y revelación (Efe. 1:17). Kenneth E. Hagin tomó  esta misma oración y la oró por sí mismo cientos de veces. Un día el Señor le habló y le dijo que lo traería a visiones y revelaciones (Orando para obtener resultados, pags. 31y32). Él dijo que aprendió en unos pocos días lo que quince años de estudio no le pudieron dar.  

Necesitamos aprender a orar y ayunar por revelación. Aún más, muchos encontrado que ayunar ayuda a sus mentes a estar más alertas. Yo también he encontrado que necesito menos sueño cuando estoy ayunando. Ayunar también ha fortalecido las metas y los deseos en mi vida. Si estamos dispuestos a renunciar a la comida para orar por nuestras metas y deseos, estaremos dispuestos a poner nuestra sangre, sudor y lágrimas para lograrlos  


El Ayuno Y La Unción 

   Jesucristo impartió la unción a sus discípulos para sanar toda enfermedad y echar fuera demonios (Mat. 10:1, Lc. 9:1). Cuando ellos no pudieron echar fuera un demonio, no fue porque no tuvieran la autoridad o la unción (Mat. 17:16,19). Jesús dijo que era debido a su falta de fe (Mat. 17:20). Jesús luego les recomendó ayuno y oración (Mat. 17:21). 

El ayuno y la oración habrían ayudado a lanzar la autoridad y el poder que Jesús ya les había delegado. Si ellos realmente hubieran creído mientras se enfrentaban con una situación imposible, ellos habrían ayunado hasta que la manifestación viniera. Su falta de perseverancia a través del ayuno era un indicador de su falta de fe.  

El ayuno ayuda a liberar la autoridad y el poder de Dios a través de nuestras vidas. Las promesas objetivas de Dios pueden convertirse en nuestra experiencia subjetiva a través del ayuno y la oración. El ayuno actualiza las promesas.  

Aprende el arte de ayunar, Jesús era un hombre de ayuno y oración. Es un arte perdido entre los cristianos modernos. Ayunar tiene beneficios tanto espirituales como físicos.  

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